jueves, 28 de mayo de 2015

Las sogas tienen bordes.

Fue un disparo directo
e indiscreto.
Conduciendo por cielos en destierro
creo mis propios miedos.
Quiero ese remanso de paz llamado olvido
que se encuentra entre tus labios
y los míos
y sólo se puede alcanzar con un beso nítido.
Pero cariño,
tengo el corazón roto
y una impresión errónea del amor
tatuada a fuego.
Estaré aquí si la oscuridad decide venir esta noche,
me pillará despierta
contando los días que quedan para estar en la misma habitación;
tú y yo bajo el mismo sol.
Y también iré revisando mi suerte
para ver si me dejarás besarte cuando pueda verte.
¿Estás dormida?
Sólo los kilómetros lo saben
pero no estoy dispuesta a que ellos nos separen.
Son tus latidos en mi silencio 
o el silencio de mis latidos.

sábado, 18 de abril de 2015

Estrellas que se vuelven negras.

Desde que te has ido todo se ha vuelto negro
y un piano suena de fondo,
no sé quien lo ha puesto;
maldición, ya no sé ni quien era antes de que estuvieras aquí.
Danzo entre cuatro paredes
esperando a que me liberes,
una ausencia asfixiante
con música en vinilo puesta en repetición.
Voy a extender mis alas
y a volar lejos de esta casa,
voy a imaginar que vuelvo a estar con el corazón intacto,
que no voy a amar a pedazos.
El estéreo chilla en mis oídos
y no puedo silenciar cada ruido
que brota en mi alma cómo un lejano aullido.
Si fueses una canción te escucharía sin reparos
y sé que mi espíritu se iluminaria cómo nunca lo ha hecho,
pero todo está en silencio salvo por ese piano
y estoy por mi cuenta totalmente.

lunes, 6 de abril de 2015

Saliendo de una noche desgarrada.

Olvidándome de todas las noches dónde me arropaba la madrugada
me pregunto si volverás a recordar nuestras miradas,
si no has olvidado el color de mis ojos
y estarás atascada en una memoria que se niega a morir.
Una flecha y corazón
para romper todo este amor,
saltos entre lágrimas y calma
que marean a mi alma.
Un pequeño descanso no vendría mal,
escapar de tu roce y tu toque
mágicos pero hoy macabros.
Ya te lo advertí:
Empujame al abismo si te vas a ir,
que yo no quiero vivir sin ti.
Ahora resido en una tormenta de nieve
donde todas las huellas han sido borradas
y estoy perdida sin esperanza de ser encontrada
muriendo de pena
muriendo por ti,
algo que me prometí
que no dejaría pasar
Pero mis palabras una vez más son cómo mis esperanzas:
falsas.

miércoles, 11 de febrero de 2015

(Nuestro) Puente hacia Terabithia.

Que se caiga el cielo esta noche,
cógeme de la mano
y atravesemos el puente a nuestra Terabithia particular,
dónde los años no pasan
si no los puedo apreciar
con tus manos en mi pelo
y esos besos de acero
que recorren mi cuerpo de norte a sur.
¿Esto es algún tipo de miedo?
Digo el de perder el sentido del tiempo
al ver que te vas de mi lado en algún momento.
Mírame para saber que la nieve no puede ocultar
el brillo de tus ojos
inesperados en la espesura
cómo los de un lobo,
cómo un amor dispuesto a arrasar con todo.
Haz de mi espalda tu lienzo,
yo me dejo porque sé cómo encontrar
en tu boca el firmamento,
y tampoco me importa mucho
si me pierdo,
tus manos sabrán traerme de vuelta en cualquier instante.

viernes, 6 de febrero de 2015

Latidos de cristal.

Nuestros corazones laten
como si fuesen fuertes,
pero están hechos de cristal,
tan fino que al mínimo roce
puede estallar.
Quizás algún día pase
eso de encontrarte en la parada del autobús
con alguien que funda el suyo
con el tuyo
y hacerlo de acero.
Pero la vida no es un cuento de hadas,
sé que eso suena muy a cliché
pero tarde o temprano tu corazón estalla
y pasas a tener esquirlas en los ojos
que te los ponen rojos cada noche
mientras ruedan desgarradas por tus mejillas.
¿Que podemos hacer?
Seguir cómo kamikazes, supongo.
¿Que vamos a ganar con todo esto?
Tarde o temprano un amor verdadero,
o eso espero.
Lo que siempre vas a obtener son mentiras,
noches en vela,
pero a veces noches de desvelo
con alguien que de verdad te quiera.

miércoles, 14 de enero de 2015

Carrusel llamado alma.

Para los sentimientos,
me bajo de ellos.
Ya han sido demasiados mareos,
cerraré la ventana de mi corazón
y me lo arrancaré
para que pueda entrar aire nuevo
que al expirarlo me libre de todos nuestros recuerdos.
Las estrellas brillan sin cansarse
hasta que el horizonte las barre,
ojalá pudiese yo borrar nuestra historia
y volver a sonreír por alguien cómo una idiota.
Las depresiones me han llevado a lo más hondo,
ahí aprendí que puedes seguir cayendo
aunque hayas tocado fondo.
Quiero correr más rápido que la tristeza,
pero a cada día que pasa
parece que yo freno
y ella acelera.

sábado, 3 de enero de 2015

Corazones invisibles.

Estoy escuchando los latidos del tiempo
resonando por los pasillos
de mi corazón con complejo de Atlántida,
hundido en lo profundo de mi pecho
cómo una brecha resquebrajando el hielo,
abriendo mis emociones
y dejándolas volar libres
cómo golondrinas al atardecer;
tan vastos y carentes de poder
están los astros
que me observan en su soledad
cómo suplicándome que les observe,
que les brinde una oportunidad para verme los ojos,
tan fundidos con el dolor
que apenas queda un rastrojo de color.
Llega la mañana
y el reloj me amenaza
con dejar pasar los minutos
sin que yo pueda hacer nada.
Quiero una salida de mi mente,
un fallo incoherente
que me ayude a contactar con otras gentes.